Al momento de redactar este artículo, la carrera por llegar a Marte se encuentra en una etapa inicial, pero intensa. En donde la humanidad se encuentra buscando la forma de dar el salto a su planeta vecino.
Existen muchos inconvenientes que sortear, por lo que probablemente falten todavía muchos años para verlo como una realidad. Uno de estos problemas sin duda es lograr tener alimentos en ese planeta lejano.
La alfalfa, la esperanza para Marte.
Las condiciones en el planeta rojo son muy distintas para el ser humano. Ese lugar no se encuentra adaptado para la vida, por lo que si el ser humano insiste en llegar a ese lugar, va a necesitar prepararse para esas condiciones.
Y por supuesto, uno de los principales retos es todo lo relacionado con la alimentación. Ya que viajar hasta ese sitio no es fácil ni rápido, por lo que es necesario plantearse formas de producir el alimento en ese lugar.
En la revista PLOS One han publicado un artículo en donde se habla que la alfalfa probablemente sea la indicada para comenzar a cultivar en ese lejano planeta. Y ha dado las razones para pensar en ello.
La tierra de Marte tiene muy bajos nutrientes comparados con el de la tierra, además de una salinidad muy distinta. Por ahora, no se tiene la tecnología para poder intentar sembrar un tomate o una zanahoria en una tierra así.
¿Cómo saben que podría crecer?
La alfalfa es muy preciada por contener una gran cantidad de vitaminas, fortalece los huesos, ayuda a regular el colesterol e incluso es favorable tomarlo durante la menopausia. Tenerlo en el espacio sería una gran ventaja.
Pues bien, se han realizado experimentos intentando cultivar en suelo volcánico. Este tiene la característica de ser extremadamente similar al presentado en el suelo marciano, por lo que se pueden esperar resultados similares.
Comprobaron que podían hacerlo crecer en este lugar, por lo que podría ser un alimento básico. Y no es la única ventaja: la alfalfa puede ser molida, convertida en un polvo muy nutritivo para mejorar la tierra.
Gracias a ello se abrirían las puertas a cultivar otro tipo de vegetales, como lechugas, rábanos y nabos. Todo ello daría la posibilidad de una sobrevivencia más a largo plazo en el planeta rojo, teniendo una fuente de alimentación.
Todavía falta mucho por investigar. Por ejemplo, todavía quedan pendientes formas de procesar el agua y también se piensa que los frutos resultantes podrían no tener los nutrientes suficientes. Pero son primeros pasos y un camino a seguir.