Los caracoles y babosas son animales que parecen inofensivos. Al menos contra los seres humanos poco pueden hacer, pero si estos terminan por aparecer en nuestro jardín, se pueden llegar a volver un verdadero problema.
Son una plaga que puede terminar con la salud de un cultivo que iba floreciendo. Ya que terminarán por consumir todas nuestras plantaciones, dañar los tallos y en general terminarán con la calidad de nuestro trabajo.
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¿Por qué aparecen caracoles y babosas?
Tanto las babosas como los caracoles suelen proliferar en sitios húmedos y oscuros. Son las condiciones ideales para que vivan, las cuales suelen suceder en gran parte de jardínes frescos y con agua.
Y no solo eso, sino que también requieren unas condiciones medias, pues son susceptibles tanto para el frío como para el calor. Ese es el motivo por el que el otoño y la primavera son las etapas en que más las veremos.
Durante el invierno suelen no aparecer o estar aletargados, por lo que será durante este tiempo que deberemos de estar todavía más pendientes.
Sobre todo, su objetivo son las plantas más tiernas y jóvenes, lo que las hace especialmente peligrosas cuando te encuentras comenzando una plantación. Sobre todo porque suelen atacar de noche, su hora favorita para comer.
Medidas para evitar las caracoles.
Aunque tu jardín cumpla con las condiciones idóneas para que estos animales crezcan, existen varias medidas que puedes tomar para que no aparezcan.
Cambia la forma en que riegas.
Las plantas siempre van a necesitar agua, por lo que no podrás evitar seguir regándolas. Pero lo que si puedes cambiar es el método para regarlas, lo que permitirá que el ambiente no quede tan húmedo.
El riego por goteo es la mejor solución, ya que de esta forma administrarás el agua de otra manera. Tus plantaciones podrán tomar el agua que requieren, pero no será tan húmedo como para que proliferen los caracoles.
Coloca elementos que los repelen.
Los caracoles al existir ciertos olores y elementos no querrán estar entre tus plantas. Uno de estos elementos es la ceniza, que no hará daño a tus plantas. Pero el olor se les hace francamente insoportable y no viven en sitios así.
También puedes dejar otra opción más natural como son las cáscaras de huevo, fáciles de obtener. Esta funciona más bien como una especie de trampa, porque al pasar por encima estas terminarán por pegarse en ella.
Plantas que odien los caracoles.
No todas las plantas les agradan, ¿por qué no mezclar algunas de ellas en nuestro cultivo? Esto lo hará mucho menos llamativo. Entre ellas podemos encontrar la mostaza, la lavanda, begonia, capuchina y geranios.
Revisa cuales son las características de tu sembradío en particular. Y coloca alguna de estas plantas como acompañamiento. Eso hará que sea un ambiente poco propicio para el crecimiento de estas plagas.
Haz revisiones manuales.
Otra medida que deberás realizar de manera continua es buscar por ti mismo o misma los caracoles. Pues siempre existen lugares húmedos que pueden terminar siendo idóneos para ellos y empezar a crecer.
Una inspección regular de estos sitios puede lograr que prevengamos su crecimiento. Es común estar revisando y encontrar huevos de caracol en lugares oscuros y ocultos. Así podrás terminar con ellos de forma temprana.
Coloca depredadores.
Otra forma es que en tu jardín incluyas algún depredador de estos animales. Algunos ejemplos de ello son salamandras, tortugas, gallinas, patos y diversos tipos de pájaros. Todos ellos tienen a las babosas y compañía como alimentación.
Puedes soltarlos de manera regular y estos se encargarán de buscarlos para alimentarse de ellos. Esto disminuirá la población, al mismo tiempo que será un lugar poco propicio para su crecimiento.
Si sabes como evitar caracoles y babosas en tus plantaciones, lograrás erradicar una de las plagas más molestas que puedes llegar a tener. Porque una vez que dominan un jardín, pueden llegar a ser realmente difíciles de erradicar.