Todas las semillas tienen procesos naturales que permiten su germinación, todo relacionado a su entorno. Esto se ha hecho así incluso antes de los tiempos del ser humano, de esta manera siempre se han reproducido.
Pero también es verdad que las personas han buscado como acelerar y cambiar procesos, todo para tener una producción mayor o con más calidad. Aquí es donde podemos encontrar el proceso de escarificación de semillas.
¿En qué consiste la escarificación de semillas?
Cuando se busca sembrar y tener una gran producción, los tiempos de germinación pueden ser demasiado largos. Sobre todo si se busca llegar a plazos y también cumplir con ciertas metas de producción.
Es en estos casos donde gracias a la escarificación se puede acortar dicho plazo. El modo para poder realizarlo consiste en abrasar el tegumento de la semilla, la cual consiste en la cubierta de la parte exterior.
La idea detrás de esto es que tanto el aire como la humedad puedan ingresar mucho más rápido al interior. Esto da por resultado que el proceso de germinación comience mucho antes de lo planeado, si se diera de manera natural.
Los dos métodos de escarificación.
Si bien hay variantes, podemos hablar de dos métodos en general para escarificar:
- Por medio manual, en donde se pela la superficie de la semilla con alguna herramienta para permitir el paso del agua. Este método por supuesto es más tardado y solo permite una cantidad más limitada de semillas.
- Por medios químicos, el más utilizado en las industrias. Ya que gracias a este método se puede lograr deshacer la superficie de la semilla, dando paso a la humedad. Se puede usar simple agua o algunas variedades de ácido.
La escarificación de las semillas es utilizado tanto en granjas pequeñas así como a nivel industrial. Los distintos presupuestos serán los que determinen cual será el método que se utilice, ya que el químico por supuesto es más rápido.
También hay que tomar en cuenta conocerse los tiempos de las semillas, ya que si se hace demasiado pronto podría no estar lista para germinar. Causando que no haya germinación por ser demasiado joven.