El polen es básico para la reproducción de las plantas. Gracias a él, puede transportarse a otras partes y causar que nazca nuevas. Es parte del ciclo de la vida, pero parece que tiene algunos inconvenientes para terceros.
En este caso, algunas personas pueden presentar graves problemas relacionados a ello. Ya que les provocaría estornudos, gracias a ciertas alergias. ¿Por qué termina por ser un problema para otras personas algo tan valioso?
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Explicando la alergia al polen o fiebre del heno..
Para que una planta pueda polinizar, suelta el polen de diversas maneras. En algunos casos, vendrá un insecto como las abejas para poder ponerlo en sus patas y llevárselo, permitiendo que llegue a otras partes.
Pero en otros casos, lo termina soltando en el aire, permitiendo que el viento se lo lleve. Piensa ahora en diversas plantas, las cuales si pudiéramos ver, se encontrarían rodeados de polen por todas partes.
El polen puede verse como una especie de polvo muy fino, el cual para algunas personas puede terminar por ser un grave problema al respirarlo.
Esto es conocido como la fiebre del heno.
La explicación es la siguiente: el polen es extremadamente fino, por lo que es respirado por la persona. Este pequeño polvo al encontrarse dentro de su cuerpo, provoca que su sistema respiratorio se alarme.
El cuerpo tiene diversas reacciones químicas, entre ellas la liberación de histamina al considerar que son gérmenes que se encuentran invadiendo. La irritación provoca que estornudes para intentar expulsarlo.
¿Cómo evitar mi problema con el polen?
No es nada agradable tener este problema, por lo que existen algunas recomendaciones básicas:
- Encuentra cual planta es la que se encuentra causando el problema. ¿Es alguna que puedas quitar de tu jardín por ejemplo? De ser así, pues intenta quitarla de ese lugar, para alejarla del entorno en donde te encuentras normalmente.
- ¿No es tuya? Realiza un análisis de polen del ambiente. Posiblemente, vives en una zona donde inevitablemente existen a tu alrededor. Por lo tanto, es posible que tengas que incluso cambiarte de zona para vivir.
- Haz uso de mascarillas. También si tu entorno es el problema, puedes optar por cubrir tu rostro. Otra opción muy válida es colocar vaselina en los orificios de tu nariz, que permitirá evitar un poco sus efectos.
- Siempre mantén limpia tu ropa. Y báñate seguido. El polen puede terminar por permanecer pegado a ti y causar que lo lleves contigo incluso en zonas donde no existe en el ambiente.
- Aspira y barre tu casa. De esta manera, evitarás que el piso se encuentre lleno de él. Probablemente la densidad no sea tanta, pero el hecho de que permanezca en tu suelo permite que el problema permanezca.
El respirar polen puede llegar a ser problemático para muchas personas, por lo que deberás formas de alejarte de él.