Uno se pregunta porque se oxida la manzana. Es una fruta que además de sabrosa, es bastante hermosa. Pero no se mantiene de esta forma, ya que llega a un momento en donde se vuelve oscura.
Y no a todas las personas les gusta comer las frutas en este estado. Incluso en algunos casos, piensan que se ha descompuesto y es necesario tirarla, ya que es un producto echado a perder, ¿tienen algo de razón?
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Conoce porque se oxida la manzana.
No, la manzana no es desde ese momento un desecho ni nada. Pero sus propiedades han cambiado, todo gracias al efecto del oxígeno.
Debes saber que la oxidación de la manzana o de cualquier fruta en general, ocurre ya que nos encontramos de forma constante y permanente con el oxígeno.
Unido a ello, también se encuentra el calor del ambiente, así como también otros factores como la humedad. Todo ello sirve como catalizadores, los cuales terminarán por causar la oxidación del fruto.
Es difícil resistir a la oxidación de manera natural, debido a que por naturaleza nos encontramos en estos elementos. Es por eso que la industria crea conservadores, con la esperanza de poder evitar esto.
En las frutas, los fenoles son los principales afectados. Al oxidarse cambian incluso su estructura celular, ese es el motivo por el que incluso el cambio de color es visible.
¿Hace daño comer frutas oxidadas?
No, para nada. Puedes comerlas con toda seguridad, sabiendo que no hará nada con tu salud. Pero los dos principales factores son:
Habrá perdido parte de su factor nutricional, ya que con los cambios muchas de las vitaminas, minerales y otros elementos habrán desaparecido o alterado su composición.
El sabor se cambia, por lo que puede dejar de gustarte. Incluso en la mordida, puede ser un poco pastoso y no sentirse tan sabroso como otros.
¿Puedo evitar la oxidación de manera natural?
Lo mejor que puedes hacer es comerlas rápido. Ya que una vez que la pulpa o cualquier parte de la fruta de con el aire directamente, habrá comenzado el proceso.
Puedes minimizarlo un poco realizando el corteo con un cuchillo que no sea de metal. Se ha comprobado que el contacto con el metal de este instrumento es un buen primer impulso para que se oxiden.
Y una última recomendación es echar un poco de limón. De esta forma, lograrás retrasar un poco el proceso de oxidación, de forma totalmente natural.